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¿Cómo ahorrar en tu clínica con hábitos sostenibles?
En nuestro día a día, casi la mitad del impacto ambiental que producimos, se genera durante el traslado al lugar de trabajo y en las horas que pasamos en la consulta o clínica. Si dejamos el ordenador encendido durante la noche o ponemos demasiado fuerte el aire acondicionado son acciones que afectan directamente al medio ambiente.
Igual que en el hogar se fomenta una actividad y consumo sostenible con pequeños gestos diarios, para lograr un ahorro energético y optimización de recursos en tu clínica también puedes dar algunos pasos. Te los contamos.
Una buena iluminación
Contar con mucha luz no significa necesariamente tener un número elevado de focos o bombillas. La concepción de los espacios de trabajo influye considerablemente en la iluminación que tengan. Si tienes ventanas intenta aprovechar al máximo la luz natural. Si es un espacio cerrado busca recursos como utilizar un mobiliario blanco o claro que genere sensación de calidez y de luz.
No olvides apagar los sistemas de luz al finalizar la jornada y, si es posible, instala detectores de presencia en las áreas más transitadas para utilizar la luz solo cuando se necesario.
Recicla todo lo que puedas
Puede parecer que un espacio de la clínica no haya muchas cosas a reciclar. Sin embargo, junto con el papel que se utiliza en el día a día en las impresoras, se pueden reciclar las botellas de plástico que se dejan al terminar la jornada o los restos de comida.
Además, se puede utilizar papel reciclado, tanto para el papel higiénico y los secamanos de los baños o para las servilletas y manteles que hay en la zona de comida.
Impulsa la separación de residuos. Si en la organización ya hay un sistema establecido no te olvides de utilizarlo. Si todavía no lo hay, puedes fomentar para que se habilite y animar al resto del equipo a respetarlo.
Ni frío ni calor
Una de las discusiones más habituales en una consulta o clínica es la climatización: a qué temperatura y potencia deben estar la calefacción y el aire acondicionado. Lo más recomendable es abrir las ventanas siempre que sea posible para que el clima se vaya renovando y no abusar de los sistemas de climatización.
Hemos transformado nuestro lugar de trabajo en un segundo hogar, donde pasamos gran parte del día. Tenemos una gran oportunidad para empezar a crear entornos saludables y sostenibles. Empieza con estos sencillos hábitos y aporta tu grano de arena para ayudar al medio ambiente.